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Ramón Sosa de 50 años y entrenador de boxeo en Estados Unidos, se enteró que su esposa, María Lulú de 43 años, le ofreció a un amigo USD$2.000 para que lo asesinara, según informó Daily Mail.

La pareja se conoció en 2010 y se casaron tres años después. Juntos abrieron un gimnasio que los llevó a tener problemas financieros, generando que María solicitara el divorcio, el cual no se concretó.

Fue en el año 2015 cuando la mujer se contactó con un hombre para organizar el crimen, pero resultó que era amigo de Sosa, quien rápidamente se acercó para advertirle de las intenciones de su pareja.

Ambos amigos acordaron seguir con el plan de María hasta poder reunir las pruebas suficientes para entregarlas al FBI.

Tras escuchar una grabación donde su esposa aseguraba querer asesinarlo, la policía decidió tenderle una trampa.

Por lo que maquillaron al boxeador para que pareciera que recibió un disparo en la cabeza y lo fotografiaron en una fosa cavada en el desierto.

Al mostrar las imágenes del crimen a la mujer, quien se mostró satisfecha con el trabajo, fue detenida y condenada a 20 años de prisión.

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