El Papa Francisco, antes de dejar Chile, y partir a Perú, defendió al Obispo Juan Barros señalando que “el día que me traigan una prueba contra el obispo, allí voy a hablar. No hay ni una sola prueba en contra, todo es calumnia”.
En base a esas declaraciones, en un comunicado, el Arzobispo de Boston y presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, Seán Patrick O’Malley, señaló que los dichos del Papa “fueron una fuente de gran dolor para los sobrevivientes de abusos sexuales por parte del clero o cualquier otro perpetrador”.
Además, el cardenal estadounidense destacó que “las palabras que transmiten el mensaje ‘si no puedes probar tus reclamos entonces no se te creerá’ abandonan a quienes han sufrido violaciones reprensibles de su dignidad humana y relegan a los sobrevivientes al exilio desacreditado”.
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