La denuncia es gravísima: carabineros habría inventado pruebas contra los 8 imputados por asociación ilícita y atentados en el caso Operación Huracán. Según la Fiscalía, los mensajes de wahtsapp, tal como reclamaron una y otra vez los comuneros no serían de ellos: habrían sido puestos después en los celulares incautados.
La investigación entonces se cierra y se abre una causa contra los funcionarios policiales por falsificación de instrumento público y obstrucción a la investigación. Un hecho inédito y gravísimo dice el Fiscal Nacional, quien lo atribuye a que las pruebas no fueron recabdas por Fiscalía sino por carabineros al amaparo de la ley de inteligencia.
El problema es que aunque se vuelva a recalcar que esto sería responsabilidad sólo de algunos policiías el daño a una institución fuertemente golpeda por el desfalco de miles de millones de pesos, es casi irreparable. Y la credibilidad en las investigaciones que se desarrollen en el futuro, más áun en la Araucanía estará en tela de juicio.
Por lo mismo, hay que destacar la prudencia que tuvo la Corte Suprema al revocar la prisión preventiva porque no había justificación necesaria de las pruebas y necesidad de mantener la detención. Y destacar también la imprudencia de quienes criticaron al máximo tribunal y asumieron culpables antes de ser juzgados a los 8 comuneros.
Porque en ocasiones como ésta se hace más necesario que nunca entender que la presunción de inocencia y el debido proceso deben regir para todos y no sólo para nuestros cercanos.
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