¿Puede la negligencia hacer fracasar la tarea para lo que una institución fue creada? Claro que sí. Y no solo una, una cadena… Después de 18 años, hoy supimos que Jorge Matute Johns, desaparecido el 20 de noviembre de 1999, murió por un fármaco que le dieron en la discoteque La Cucaracha para abusar sexualmente de él.
No murió por una golpiza como majaderamente se investigó, pese a tener evidencias de lo contrario. Murió por la presencia de esta sustancia, utilizada en discoteques de la zona, para una práctica homosexual de la que no se hablaba… Personas mayores y con recursos llegaban a locales de zonas aisladas para drogar a jóvenes y abusar de ellos.
Una hipótesis que fue desechada y que 15 años después, rescató la ministra Carola Rivas. Una tesis, que aparecía evidente, pero que el equipo de la PDI, no siguió… ¿por qué?…Lamentablemente la mayoría de los sospechosos ya murió, los testigos no están, no fueron identificados tras la noche en que desapareció Coke. La PDI archivó la tesis.
La competencia con Carabineros por quien llegaba primero arruinó las pruebas, manchó sitios claves y marcó a los testigos. Siguieron pistas falsas y ni siquiera ellos pudieron encontrar el cuerpo que fue hallado por un lugareño, 4 años después.
El desempeño de los jueces que investigaron el caso no fue mejor. Sólo el trabajo de la ministra Carola Rivas, es la que finalmente puede cerrarlo y decirle a la madre de Jorge Matute con certeza cómo murió su hijo. Lamentablemente le pudo entregar una verdad incompleta, porque quiénes lo hicieron, de acuerdo a la ministra Carola Rivas, no lo sabremos nunca, a no ser que después de 18 años alguien confiese.
Hoy la descoordinación, la competencia entre policías y el trabajo mal hecho se nos hace más evidente que nunca. Basta pensar en la operación Huracán…
¿Hacen falta más dramáticos ejemplos para que la clase política, los legisladores y el gobierno alcancen este necesario y ya tan manoseado término “acuerdo” para que UNA policía profesional consiga las pruebas que son necesarias para impartir justicia?
Mejorarlo tiene que ser un imperativo, porque en el caso de Jorge Matute, la negligencia policial consagró la impunidad.
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