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(CNN) – Una mujer sudanesa de 19 años fue sentenciada a muerte después de apuñalar fatalmente al hombre con el que se había casado por obligación, y ella asegura que la violó mientras sus familiares la sujetaban.

El caso de Noura Hussein ha puesto de relieve los problemas del matrimonio forzado y la violación dentro del matrimonio en Sudán, donde la edad legal para casarse es solo 10 años y la violación conyugal es legal.

Los simpatizantes de Hussein colmaron la sala del tribunal en Omburman, Sudán, e inundaron el pasillo exterior cuando el juez anunció la pena de muerte el jueves. La familia de su esposo rechazó una opción para indultarla y rechazó la compensación financiera, pidiendo a cambio que fuera ejecutada.

El equipo legal de Hussein tiene 15 días para apelar.

“Ella todavía está en completo estado de shock después de su sentencia”, dijo Adil Mohamed Al-Imam, uno de los abogados de Hussein, a CNN. Al-Iman, quien donó sus servicios después de que el abogado original de la mujer se retiró del caso, contó que Hussein fue abandonada no solo por la justicia, sino también por su familia.

Los desgarradores detalles sobre su caso han incendiado las redes sociales en Sudán. En días recientes también han captado la atención mundial con los hashtags #JusticeforNoura [Justicia para Noura] y #SaveNoura [Salven a Noura]. Miles de personas han firmado una petición en change.org para que la chica no sea ejecutada.

Forzada a casarse a los 15 años, Hussein escapó de su hogar y se refugio en casa de su tía durante tres años. Su padre la engañó para que regresara, y luego la entregó a la familia de su esposo.

Después de que Hussein se negara a consumar el matrimonio, los familiares de su marido la sujetaron mientras él la violaba. “Su hermano y dos primos trataron trataron de persuadirla. Cuando ella se negó, fue abofeteada y encerrada en su habitación. Uno la sujetó del pecho y la cabeza, mientras los otros tomaron sus piernas“, contó Al-Iman a CNN.

Un día después su marido trató de violarla de nuevo, y ella lo apuñaló hasta matarlo. Cuando acudió a sus padres en busca de apoyo, la entregaron a la policía.

El investigador en Sudán de Amnistía Internacional, Ahmed Elzobier, dijo que era la primera vez que un caso de esta naturaleza atraía tanta atención. “La violación conyugal ocurre a menudo en Sudán y la gente no habla sobre ello”, contó. El caso de Hussein ha cambiado esto, según el investigador.

Al-Imam dijo que el caso ha desafiado las expectativas sociales en Sudán, donde las esposas deben someterse a sus maridos.

Shahd Hamza, de 20 años, fue una de las personas que acudieron a apoyar a Hussein en el tribunal, luego de enterarse del caso en un chat de WhatsApp. Ella dijo que aunque la violación y el acoso a las mujeres habían sido un problema en Sudán, un caso como el de Hussein nunca se había vuelto viral.

“La gente se avergüenza de esta conversación en Sudán, es un tabú”, aseguró. “Espero que la gente ahora se sienta cómoda hablando con sus padres y abuelos sobre esto”.

Nahid Gabralla, directora de SEEMA, una organización no gubernamental que trabaja con víctimas y sobrevivientes de la violencia de género en la capital, Khartoum, también estaba entre la multitud de simpatizantes en el tribunal el jueves. SEEMA ha estado haciendo campaña en apoyo a Hussein.

“En mi trabajo he visto otros casos como este. El sufrimiento de las mujeres sudanesas ocurre todo el tiempo”, dijo Gabralla.

“El caso de Noura es diferente. Ella defendió sus derechos”.

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